jueves, 10 de enero de 2013

Crónica de la San Antón 2011

Aquí os dejo un artículo que leí hace ya dos años, el día 17-1-2011, y que aún conservo porque a mi parecer describe con majestuosidad lo que uno puede vivir en la San Antón. Espero que os guste. 
"Uno que pensaba que correr era de cobardes y resulta que tiene su punto. Perder la virginidad atlética en una prueba como la Carrera de San Antón es más de lo que te habían contado. Te dicen lo de la magia de una noche que une deporte, fuego y un gran ambiente en las calles y siempre crees que alguien se ha pasado con el Acuarius. Pero no, yo que en todo caso me pasé con el Vicks Vaporub, doy fe de que la carrera tiene encanto. Como casi todo en la vida, es mejor disfrutar acompañado que en soledad, y eso de sudar comunitariamente con miles de personas y tomar las calles por las que habitualmente transitas, peor que mejor, es una gran experiencia.
No importa que, mientras tu te ajustas las zapatillas, miles de torpedos te hayan adelantado y que una manada desatada venga por detrás amenazando con dejarte en la cuneta, porque el ritmo es contagioso y entre sutiles y amigables codazos cada uno encuentra su espacio. Salvado el Gran Eje, el subterráneo es como un paso reservado, íntimo, para los corredores en el que se animan (nos animamos) en guturales cánticos, algunos reproducibles (¡Qué bote Jaén!) y, otros que tienen que ver con la testosterona (hay quién le echó valor y se paró en mitad de la mediana para hacer fotos, que las mande, que seguro merecen la pena). Enfilando la Avenida de Madrid, pisada a pisada, uno piensa en múltiples llanos donde Jaén hubiera quedado fenómena, pero a falta de mejor criterio de nuestros antepasados, el ánimo del público ya se agradece, por más que alguien te diga aquello de que no te queda "ná", qué gachón. Mientras Elvis, 091 y Los Planetas conviven desordenadamente por uno de los auriculares, la otra oreja está libre para prestar atención al ánimo del público. Lo bueno de este Jaén, que luce tan bien de noche, es que siempre hay un mensaje personalizado para subirte la moral (o para hundírtela, son los menos), una mirada cómplice y una palmada y, como el que no quiere la cosa, te vas topando con las marcas de los kilómetros en el suelo y casi se te olvida que en la Alcantarilla tuviste aquel pensamiento siniestro total de quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Concentrado en respirar y nublado, más todavía, el pensamiento a uno le entran ganas de peatonalizar todo Jaén. Sea por el humo de las antorchas o porque la calle es mía, que diría Fraga, a uno se le ocurren más cambios magistrales en el tráfico. Acabo esta entrada sudada, agradeciendo al que tuvo la brillante idea de poner banda sonora en su coche aparcado en García Rebull, no sé si lo que sonaba era Carros de fuego, de Vangelis, pero a mí me sonó a gloria bendita y me dio alas, como el Red Bull. Si no es por él, pido el comodín de la llamada, simulo con el móvil y me pierdo, aunque lo del dorsal y las mallas cantaría un poco. Es que este recién inaugurado Gran Eje (sí, inauguraron las obras de acerado y tal) lo han hecho todavía más largo. Bueno, a mí me lo pareció y cuando llegué a la meta no me agaché y besé tierra santa, en posición papal, porque no tenía más fuerzas o me dio vergüenza. Lo importante, como para otros tantos sufridos y felices deportistas, es que llegamos para contarlo.
Para los que la corren, para los que piensan en correrla un año de estos y para los que todavía no se lo han pensado. Nos vemos el año que viene".
Solo quedan 6 días para que podáis vivir esta experiencia que ya miles de personas han vivido.

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