jueves, 2 de octubre de 2014

MÚSICA PARA CORRER: LA MOTIVACIÓN

Entrenar a ritmo de rock aumenta tu resistencia hasta un 15%

Dicen que ser constante significa perseguir un sueño hasta darle alcance, levantarse después de caer, mirarse al espejo y encontrar frente a nosotros un cómplice que jamás se rinda. Existen cientos de metáforas para aclararnos el significado de esa palabra que tanto nos repetían en casa y en la escuela cuando intentábamos escaquearnos de hacer los deberes. Sin embargo, ninguna será nunca tan representativa  como la del atleta que lucha contra sí mismo para seguir avanzando. ¿Quién no se ha calzado las zapatillas y ha acabado sucumbiendo ante el frío, el calor, el cansancio o el aburrimiento? Por eso, no debe extrañarnos que, en su eterna lucha por sobrevivir, el ser humano haya precisado siempre de aliados en los que apoyarse. Desde hace unos años, la tecnología ha acercado hasta los corredores una compañera muy importante en su pugna contra el crono y el hastío: la música.
Y es que, aunque algunos todavía son escépticos, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Brunel (Londres) en el año 2008 concluyó que salir a correr con los cascos puestos puede incrementar nuestro rendimiento hasta en un 15%. Costas Karageorghis, psicólogo del deporte y director del proyecto, se mostró tajante al respecto: “La música tiene cualidades específicas de motivación que te pueden hacer trabajar más duro y más rápido, incluso cuando te sientes agotado”. Más allá de cuestiones de carácter psicológico, como el hecho de que el ejercicio se haga más agradable o de que el tiempo pase más rápido, el profesor griego y su equipo establecieron una serie de parámetros científicos a tener en cuenta.
Por ejemplo, recomiendan que el ritmo de las canciones que nutran nuestra lista de reproducción oscile entre 120 y 140 pulsaciones por minuto. Esta estimación convierte a los estilos pop o rock en los más adecuados para acompañarnos durante nuestro esfuerzo. Para que la ayuda se haga realmente efectiva, podemos utilizar el sonido de manera sincrónica, es decir, coordinando nuestras zancadas con los instrumentos.
Si tenéis el mismo oído musical que un jurado de Eurovisión, no os preocupéis, porque ésta no es la única forma de beneficiarse de los efectos positivos de las melodías. Así, podemos asociar canciones con hazañas físicas acontecidas en películas e interiorizar sus letras motivadoras. En este sentido, una de las opciones para animarnos a comenzar a correr es la banda sonora original de la película “Carros de fuego”, compuesta en 1981 por el tecladista griego Vangelis. Una vez metidos en harina, la revista británica TIME se atrevió en su momento con un top 5 de grandes temas para correr: Eye of the Tiger (Survivor), Don´t stop me now (Queen), Beat It (Michael Jackson), y éxitos contemporáneos como All of the Lights (Kanye West) y Wide Awake (Katy Perry). No obstante, no podemos olvidar que para gustos están los estilos musicales, así que nadie como nosotros mismos para ser el DJ de nuestra carpeta “Música para correr.”


En el mundo del atletismo, las conclusiones afirmativas de numerosas investigaciones sobre el aumento de la resistencia provocado por la música han generado un amplio debate en torno al tema. Incluso muchos han llegado a hablar de “dopaje emocional”, término que llevó a la prestigiosa maratón de Nueva York a prohibir el uso del MP3 desde el año 2007. La noticia provocó un revuelo generalizado en los corredores aficionados. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de los profesionales, ya que ninguno de ellos opta por escuchar música mientras compiten. Esto ocurre porque la concentración necesaria para correr al más alto nivel obliga a los participantes a pensar únicamente en el estado de sus piernas y en coordinar adecuadamente la respiración. Además, necesitan escuchar las zancadas y los soplidos de los rivales para intuir su estado físico.
A pesar de ello, sí que existe un momento en el que la música es imprescindible para muchos grandes deportistas. Se trata de los instantes previos a la competición, cuando todas las miradas se centran en ellos y escuchan sus canciones favoritas para aislarse del entorno, relajar tensiones y refrescar la mente para estar al cien por cien cuando llegue la hora de la verdad. ¿Quién no ha visto a futbolistas, atletas o nadadores hacer acto de presencia con auriculares en sus oídos? Sin ir más lejos, el mismísimo Michael Phelps sorprendió a todos apareciendo en la piscina del Centro Acuático de Londres mientras escuchaba, según él mismo confesó después, algo de rap y de hip hop. Pero la relajación no es la única finalidad, ya que un ritmo rápido y un volumen alto pueden ayudar a conseguir un mayor grado de motivación que permita al deportista dar el máximo una vez que arranque la prueba, ya que se ha demostrado que el efecto continúa unos segundos después de detener el reproductor.
Es cierto que la inmensa mayoría de personas que salimos a correr, vamos en bicicleta o hacemos cualquier otra actividad física nunca estaremos en disposición de, como Phelps, ganar una medalla olímpica. Sin embargo, siempre podremos tirar de MP3 para  pasar un buen rato mientras cuidamos nuestro cuerpo. ¡No lo dudes, elige la canción que más te guste y practica tu deporte!

2 comentarios:

  1. Y razón tienes, ya es imposible que salga a correr sin los cascos, y con musiquita siempre se puede hacer algún kilometro más. Gran entrada de blog. Un abrazo amigo

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  2. Me alegro que te guste, y como no, que practiques deporte acompañado de tu música! Un abrazo Jesús!

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